lunes, 4 de marzo de 2019

MUJERES EN LA CIENCIA María Mitchell



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MARÍA MITCHELL

María Mitchell nació el 1 de agosto de 1818 en la isla de Nantucket, un pequeño pueblo pesquero en Massachusetts.
María Mitchell
María era la tercera de los diez hijos del matrimonio compuesto por William Mitchell y Lidia Coleman.


El matrimonio estaba integrado en la comunidad de los Cuáqueros, o Sociedad Religiosa de los Amigos, por lo que ambos educaron a sus hijos con valores diferentes a los convencionales. Su padre William, les inculcó a sus hijos sus grandes pasiones, la astronomía y la navegación. Su madre, Lidia Coleman, la necesidad de trabajar para conseguir independencia en su vida. Su padre fue su primer maestro, más tarde fue a la escuela de Cyrus Peirce para jóvenes.

Con tan sólo 12 años, ayudó a su padre a cronometrar el eclipse anular de sol de 1831, que pasó en su totalidad por Nantucket. María estudiaba de día y por las noches ayudaba a su padre en el observatorio que había construido en el edificio del Banco Pacífico donde éste trabajaba. A los 17 años daba clases de ciencias y matemáticas en la escuela para niñas que ella misma creó. María comenzó a trabajar como bibliotecaria en el Ateneo de Nantucket cuando sólo tenía 18 años.

En 1843 fue separada de la adhesión cuáquera cuando, tras una entrevista con dos mujeres de la comunidad de los Amigos, comprobaron que María empezaba a cuestionar las enseñanzas de esta congragación. Comenzó posteriormente a asistir a la Iglesia unitarista, aunque nunca se convirtió en un miembro.

La noche del 1 de octubre de 1847, utilizando el telescopio de dos pulgadas de su padre, observaba en los alrededores de la estrella polar, cuando vio un objeto parecido a un cometa. Bajó a contárselo a su padre, quien tras calmarla, escribió una carta al profesor Bond de Cambridge, anunciando el hallazgo de su hija.

El rey de Dinamarca Frederick VI, había ofrecido, el 17 de diciembre de 1831, una medalla de oro valorada en veinte ducados, al primer descubridor de un cometa utilizando un telescopio. A la muerte del rey, su hijo y sucesor, Frederick VII, se la concedió a María Mitchell, que se convirtió a los 29 años, en la primera persona en América en descubrir un cometa utilizando un telescopio.

María Mitchell con su familia
Su descubrimiento del Cometa Mitchell 1847VI, según la moderna designación C/1847 T1, le dio reconocimiento internacional y contactos con la comunidad de astrónomos estadounidenses.

En 1857, aceptó una oferta del General H. K. Swift, un banquero de Chicago, para que acompañara a su hija Prudencia en un viaje a través del oeste y el sur y a Europa. Durante este viaje visitó los observatorios de Greenwich y Cambridge y, a pesar de que las autoridades pontificias se negaron en principio a permitir la entrada a una mujer, se convirtió en la primera mujer en entrar en el Observatorio Vaticano.

En 1848 fue la primera mujer aceptada por la Academia de Artes y Ciencias, de Boston. Dos años más tarde ingresó en la Asociación Americana para el Avance de la Ciencia. En 1853 se le otorgó el primer título avanzado jamás dado a una mujer en la Universidad de Indiana “Americana para el Mejoramiento de las Mujeres”.

La lucha de María Mitchell no sólo fue en la academia. Como protesta contra la esclavitud, dejó de vestir trajes confeccionados con algodón, principal objeto de los campos sureños de esclavos.

En 1860, se trasladó a Lynn, Nueva York, donde Matthew Vassar le pidió que trabajase como profesora de astronomía en la nueva Facultad Vassar para mujeres, y posteriormente obtuvo el puesto de director del Observatorio de dicho centro.

En 1869, fue elegida miembro de la Sociedad Filosófica Americana, fundada por Benjamin Franklin, en Filadelfia.

A pesar de su reputación y experiencia, su salario era inferior al de otros compañeros con menor experiencia que ella.

Esto le motivó en 1873 a formar parte de la Asociación Americana para el Avance de las Mujeres, junto a sufragistas como Elizabeth Cady Stanton, siendo elegida presidenta de dicha asociación en 1875.

María Mitchell murió en el año 1889 a la edad de 71 años. Fue enterrada en el nicho 411 del cementerio de Prospect Hill, Nantucket.


En su honor se le dio el nombre de María Mitchell a su observatorio en Nantucket. En su casa de Nantucket se levanta el Museo de historia natural y la biblioteca científica. En 1902, fue fundada en su memoria la Asociación de María Mitchell. Fue incluida en el salón de la fama para grandes americanos en 1905. También se le dio su nombre a un cráter de la Luna y a un barco de guerra de la Segunda Guerra Mundial el “SS María Mitchell”.

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